El Poder Indígena Ecuatoriano

Victoria Velasco

QUITO, ECUADOR- Alrededor de 5000 indígenas se movilizaron a la capital ecuatoriana en un paro nacional que tenía como objetivo la derogación del decreto 883 y la eliminación de los acuerdos con el FMI.

Dentro del decreto 883 se estipulaba la eliminación de los subsidios a las gasolinas extra y diesel. Las cuales son utilizadas para el transporte, producción agrícola y movilidad.

La subida del precio de estos combustibles simbolizó un descontento popular, especialmente de los transportistas y los pueblos y comunidades indígenas.

Es así como el paro nacional encabezado por la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) tuvo una duración de 11 días y simbolizó una lucha social.

La CONAIE en los primeros días del paro dijo no estar abierta el diálogo con el gobierno ni ningún representante de la asamblea. Sin embargo, ante la violencia, el terrorismo y los actos vandálicos, junto con las pérdidas millonarias en el sector petrolero e industrial. Así como las violaciones a los derechos humanos, y según la Defensoría del pueblo las 7 personas fallecidas, 1340 heridas y 1152 detenidos. El 12 de octubre la CONAIE decide participar en un diálogo con el gobierno, y para el 13 se celebra la primera reunión de diálogo por la paz junto con la ONU y la Confederación episcopal ecuatoriana.

Dentro de este diálogo se llega a un acuerdo, y en consecuencia, el pueblo indígena logra la derogación del decreto 883, con la instauración de una nueva comisión la cual tendrá como objetivo la redacción de un nuevo decreto. Finalizando con el paro nacional.

Los pueblos indígenas conforman más del 10% de la población ecuatoriana y han demostrado su influencia y poder sociopolítico. 

 Hay que reconocer que la organización y el sentimiento comunitario que caracterizan a estos pueblos les permitió su movilización masiva a ciudades y puntos estratégicos de todo el Ecuador. 

 Madres con sus hijos, menores de edad y adultos mayores, no permitieron que su voz sea silenciada ante una represión policial y militar.

El poder de convocatoria del pueblo indígena hizo que jóvenes, universidades, organizaciones sociales y estudiantes apoyen su causa. 

Esta ha sido una lucha social envidiada por países como Brasil, donde lamentablemente la opinión indígena ha sido silenciada y en Argentina, donde los acuerdos con el FMI han agravado la situación económica

Ecuador ha marcado su historia, demostrando una vez más, el poder del pueblo y sobre todo del pueblo indígena, que merecía alzar su voz.



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