La Desigualdad y el Virus en Latinoamérica

Victoria Velasco 

184 millones de latinoamericanos viven en la pobreza, según la Cepal, esta cifra podría subir 35 millones más por la pandemia. Latinoamérica vive en una crisis intermitente, ya sea social, económica o política, por lo que el Covid solo ha acentuado las desigualdades.

 En el mundo, más de mil millones de personas viven con menos de un dólar al día, lo que representa que millones de familias no tienen una vivienda digna. La desigualdad habitacional afecta a esa parte de la población que, a diferencia de nosotros, no tiene servicios básicos, internet, un baño o un piso asfaltado. Su confinamiento es evidentemente más complejo y la idea del distanciamiento social no existe en una favela o en los asentamientos humanos. Además, debemos considerar la probabilidad de contraer enfermedades como Tuberculosis, Dengue o Zika. 

La desigualdad habitacional no solo encarece la calidad de vida de una familia, también, en tiempos de Covid, aumenta la probabilidad de infectarse. En los sectores más pobres hay menos acceso al agua potable y se vuelve casi imposible la tarea de lavarse las manos o desinfectarlas con alcohol. 

35 millones de latinoamericanos podrían sumergirse en la pobreza por la crisis del Covid, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Las causas son la falta de inversión, reducción de las exportaciones, la especulación de los productos básicos, los despidos masivos y la caída del turismo. 

El desempleo crece y cada vez más personas dejan de recibir su salario por los despidos masivos. La mayoría usa sus ahorros para cubrir los gastos básicos, pero este respaldo escasea conforme se extiende la emergencia sanitaria. Los desempleados buscan apoyo en sus familiares u organizaciones de beneficencia. 

En El Salvador, Guatemala y Ecuador las familias usan banderas blancas para indicar que pasan hambre, mientras que en Colombia usan rojas a las afueras de sus casas a la espera de que el gobierno brinde ayuda alimentaria.

Según un informe de la ONU, en marzo, aumentaron los niveles de violencia en Brasil, Colombia y México. En México, las llamadas por violencia doméstica fueron 26.171 en el mes de marzo, siendo la cifra más alta desde la habilitación de la línea. Así mismo, el informe señaló que se duplicaron los feminicidios en Argentina, reportándose un femicidio cada 27 horas

La educación pública se ha visto fuertemente golpeada con las clases en línea, pues existe una gran brecha tecnológica. En Ecuador, los estudiantes de colegios públicos que no tienen acceso a internet siguen sus estudios con programas de TV y radio que son insuficientes. En el mismo país, la educación pública creció un 10%, pues las familias ya no pueden pagar instituciones privadas. En áreas donde la señal de internet es baja, los niños deben subir a árboles o colinas para poder seguir con sus clases virtuales. 

Los estados de emergencia agudizan la marginación de los pueblos indígenas. Los centros de salud no cuentan con el equipamiento necesario y hay poco personal médico. La mayoría de hospitales de la Amazonia se encuentran a kilómetros de las comunidades, por lo que deben viajar durante horas. Muchas comunidades se aislaron voluntariamente, aunque en un contexto de precariedad, que les dificulta conseguir alimento y tener las precauciones básicas contra el virus. 

El trabajo informal es común en Latinoamérica, representando el 50% de los trabajadores. El confinamiento amenazó a este sector, pues su sustento está en las calles y se vive del día a día. Muchos de ellos dejaron de vender ropa o artículos en una acera para vender mascarillas, gel anti bacterial o en el peor de los casos pedir caridad. 

La crisis del Covid hizo que Brasil, Chile y Ecuador vuelvan a las calles. Los nuevos levantamientos han visibilizado el descontento por los despidos masivos, la reducción de salarios, el hambre y el escaso apoyo económico a los sectores vulnerables. 

La problemática solo se agudiza con la crisis del sistema de salud pública, al cual se le destina menos del 6,6% del PIB en los países Latinoamericanos. Los trabajadores esenciales son los que corren más riesgo de contagio y tienen menos garantías. 

Latinoamérica se convirtió en el epicentro de la pandemia, con 60 mil muertes y será el continente más afectado a largo plazo. 

La crisis del Covid ha marcado las desigualdades socioeconómicas y ha mostrado las malas prácticas políticas en el continente. El pueblo arrastra problemas que debieron ser solucionados hace décadas. 

La desigualdad afecta al desarrollo de un país, pues los ciudadanos tienen menos oportunidades para ejercer sus derechos y desarrollarse. La desigualdad hace que los demás vivan en desventaja y en este caso, sufran las consecuencias de políticas que desfavorecen a los más pobres. 

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