Ecuador: Socialismo del Siglo XXI

Victoria Velasco

Más de 30 millones robados, una red de corrupción encabezada por el presidente y uno de los gobiernos más golpistas en la historia del Ecuador. Así se resumen los diez años (2007-2017) de la década correista.

Con el renacimiento del socialismo en EEUU, los cuestionamientos de si este sistema funciona se han hecho presentes. Años atrás Latinoamérica era la meca del denominado socialismo del siglo XXI. Bolivia, Ecuador, Venezuela, Argentina y Brasil, reunían a sus mayores exponentes. La era socialista dijo plasmar los principios de Bolívar y Sucre, a quienes le debían “su lucha” ante los poderes neoliberales y el imperialismo norteamericano.

Así, yo y millones de ecuatorianos nos dejamos seducir por la idea de prosperidad, patriotismo y democracia. Tiempo después nos dimos cuenta que todos los “logros” y el “progreso”, plasmados en megaproyectos, como carreteras, refinerías y escuelas del milenio. No eran nada más que una cortina de humo. 

Las obras que nos hacían sentir orgullosos de lo que habíamos logrado, se desmoronaban, por sus construcciones precarias y materiales baratos. Yachay que iba a ser la fuente de investigación, falló en todos los procesos de construcción. Sin embargo, sus estudiantes han sabido restablecer los ideales de este centro. Muchos han ganado becas y han destacado en congresos internacionales.

La idea de la insurgencia de los pueblos, y el rechazo a la oligarquía, eran ideales de los que el correísmo se apropió. 

Viví la transformación en el sistema educativo. Los libros hechos por el gobierno, resaltan los orígenes del pueblo ecuatoriano.  Y al igual que en los grandes gobiernos totalitaristas, se alababan las obras del régimen. El romanticismo de lo indígena, mestizo y afro, estaban presentes en la publicidad y en los textos educativos. Recuerdo con claridad cuando repetimos que la mejor constitución que el país ha tenido es la del 2008. Y en de cierto modo sí lo es.

El magnetismo, carisma, las explosiones emocionales y la excelente oratoria de Rafael Correa, enojaba o enamoraba a muchos cada fin de semana, en las denominadas “sabatinas”. Miguel Bosé o Tiko Tiko, acompañaban al presidente. Sabatinas en Nueva York o alrededor del país, que nos costaron 6,4 millones en cuatro años. Era un completo show, cantaba, gritaba, se reía y rompía periódicos. Todo televisado.

Hace tiempo viaje a Manabí, y fue como si nada esto hubiera pasado, “mi presidente” decían. “Rafael la patria te necesita”, se pintaba en las paredes. Muchos siguen creyendo en el socialismo del siglo XXI, en el “gobierno de las manos limpias”. 

En mi experiencia y la de muchos, el socialismo como nos pintaron, no funciona. Muchos dirán que China es la prueba de que si. Una nación que enfrentó el Coronavirus, todos trabajando al mismo pulso. El Progreso y la construcción de una potencia cómo esta, se da a costas de la desigualdad, la explotación y la pobreza. Sería interesante ver el día en el que EEUU cumpla su sueño socialista.

En mi país corrupción con Odebrecht, censura, populismo o fraudes electorales, eran característicos de la década “ganada”. La  mejor para unos, la peor para otros. Sea como sea, pasó a la historia, un caso que merece ser estudiado. Al fin y al cabo, seguiremos buscando la libertad del pueblo y la  reivindicación de una nación que se cae y se levanta día a día. 

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